Por mucho daño que me hayas hecho no consigo sacarte de mi cabeza, no hay día que no pase que no mantenga la esperanza de una llamada, un mensaje diga un simple ¿Qué tal? , una mirada, una caricia como las de antes, un buenas noches princesa o un buenos días pitufa. Eso que sólo tú y yo sabíamos. Dije que debía pasar página pero no puedo, no hay un segundo en mi día a día que tú no estés dentro de mi cabeza y por mucho que intento sacarte me es imposible.  Intento ser fuerte y pensar que estás fuera de mi vida pero, a quién trato de engañar? A mis amistades, a mi familia... sí puede ser que llegue a engañarles pero realmente mi cabeza sabe que de ahí vas a tardar mucho en salir. Hay una pequeña parte de mi cabeza un 5% que dice que mantenga la esperanza, el resto de mí ese 95% dice que no, que debo olvidarte. Pero la más mínima esperanza me basta.