Llevaba unos días intentando evitarte, sin llamadas, ni mensajes. Pero por una casualidad te he visto y he notado que algo se rompía en mi interior de nuevo. Cada vez, me derrumbo más y más.Estoy cansada de llorar...

Otra vez vuelvo a estar hundida, otra vez me la has vuelto a jugar, otra vez me has vuelto a abandonar. Me has dejado tirada en la estacada. Otra vez vuelvo a llorar, otra vez por ti.  Lo peor es que todo el mundo me había avisado y yo no me lo quise creer. Ahora toca hacer de tripas corazón, otra vez...

Hace unos días que todo a cambiado, pero esta vez a mejor. Estoy aprendiendo a quererme a mi misma, a no tener que depender de nadie, ya no dejo que  mi felicidad no dependa de nadie que no sea yo. Me encuentro mejor conmigo y soy feliz. Espero seguir así de bien durante un largo tiempo, que por el momento ya e sufrido demasiado. 

Siempre acabo perdiendo yo... 

Las cosas han dado un giro de 180grados. El otro día decidiste llamarme y decirme que teníamos que hablar, mi cabeza comenzó a dar vueltas a todo, no sabía de que querías hablar, que  iba a ser lo que me ibas a decir, después de tantas cosas horribles que me has llegado a decir, cosas como que te arrepentías de haber estado conmigo, que era lo peor y son cosas que no me las podía sacar de la cabeza. Me pasé toda la noche sin poder dormir, dandole vueltas a todo lo ocurrido. Llegó el momento de ponernos hablar y tus palabras seguían sonando a indiferencia decidí marcharme porque mi corazón no aguantaba más, cada vez se rompía más y más. Llegué a casa y decidí estampar el móvil contra la pared e intentar pasar del tema, al rato me dí cuenta de que me estabas llamando otra vez cogí y respondí entre sollozos y dolor. Me dijiste que querías hablar calmadamente. Llegaste y me abrazaste fuertemente, ahí fue cuando mi corazón se dio por vencido y volvió a caer a tus pies. En el fondo eres lo que necesito, pero por otra parte me haces daño, mucho daño. Aun así te necesito, más de lo que puedes llegar a imaginar. 

Queda mucho por hacer. No puedo tener los pies anclados; ahora no. No sé qué hacer conmigo, pero algo me dice que quedarme parada no va a sentarme bien... 
Y da igual, joder, siempre ha dado igual que tengas fuerza o no la tengas, no hay justificantes que valgan, que aquí si no caminas sólo estorbas.
Me cuesta no enredar mis propios hilos con los dedos, pero sé que si me pongo podría atar con ellos a todo el que viniera a hacerme daño.
Y si me das un empujón, prometo comerme el mundo. Aunque no te garantizo que no vaya a caerme primero.

Una puede olvidar lo que le dijeron, lo que le hicieron, pero 

nunca olvida como lo hicieron sentir.

  

Me voy. Me estoy yendo. Hace ya meses que estoy un poco más lejos. Paso a paso. Calada a calada. Me alejo un poco más. Nunca es suficiente. Sigues aquí. Dentro. Hondo. Eterno. Nunca podré borrarte. Sigues intacto. Lo ocupas todo. Me eclipsas. Me sigues eclipsando. No llega el día. No te olvido. Hace ya mucho que tú y yo dejamos de ser tú y yo para pasar a ser aquellos, aquellos que una vez se amaron, y que ahora no se pueden ni ver, pero no del odio ni de la rabia, sino de la cantidad de amor sin expresar que llevan aún en el alma. No notas que me he ido. No quieres notarlo. Te gusta engañarte. Engañarte pensando que lo hiciste bien, que volveré. Sin que tú te muevas. Sin que tu reacciones. Pero pasará el tiempo, y te darás cuenta. Sabrás que me querías, que me quieres, que me querrás. Correrás. Me buscarás. Pero puede que yo ya no esté. Recuerdalo. Me voy. Me estoy yendo. 

Todos los planes de futuro, todas las aventuras que vivimos, todos los momentos felices, tantas palabras de amor que se las a llevado el viento, ahora mismo tan solo son recuerdos que no paran de rondar por mi cabeza. Sé que la fastidié, traicioné tu confianza y es de lo que más me arrepiento. Y fui tonta al dejarte marchar pero más tonta fui al pensar que estarías a mi lado. Y no es la primera vez que e pasa, anteriormente me han fallado. Este tipo de situaciones hace que no puedas confiar en nadie y contigo hice una excepción , pensaba que eras diferente, pero como dice el refrán, al final la vida le pone a cada uno en su lugar.  Al final te das que no puedes confiar ni en ti propia sombra, que siempre vendrá alguien y te clavará un puñal ya sea por la espalda o por el pecho, da igual por donde.

Feliz Vigésimo noveno cumpleaños.

La verdad es que mi cabeza cada día que pasa va a peor. Hoy es tu cumple y me dignado a llamarte para felicitarte. Algo en mi interior me decía que no debía llamarte y estaba en lo cierto. No debía haberte llamado. Tu voz sonaba a indiferencia y por detrás se escuchaban murmullos. El día de hoy lo llevaba pensado desde hace meses, tenía todo planeado a la perfección y todos los planes al final, se han ido a la basura.Tenía todo tan preparado, parecía que el día de hoy iba a ser tan perfecto y mira, aquí cada uno a tomado su camino y al parecer has decidido tomar la opción de... si te he visto no me acuerdo.